Desde 1990 inicie este camino de auto-conocimiento como una necesidad de ayudarme a ser mejor mujer, mamá y esposa a la vez de Ingeniera Biomédica laborando en una Institución de Salud.
Cuando fui consciente de la complejidad del proceso decidí entrar a una psicoterapia intensiva y a una capacitación en Desarrollo Humano, Teología y Orientación Familiar.
Fueron conocimientos adquiridos, sobretodo practicados, que me ayudaron muchísimo, a mí, a mi familia y a las familias con las que tuve la oportunidad de trabajar. Empecé a vislumbrar la posibilidad de acompañar a otros en este mismo proceso.
Mi vida personal siguió teniendo profundos cambios. Empecé a darme cuenta de mi habilidad para encaminar a otros a descubrir nuevas formas de hacer las cosas.
Seguí capacitándome para adentrarme mucho más en las profundidades del ser humano en todos sus ámbitos: mental, emocional, físico y sobretodo espiritual.
Recuerdo muy bien haber leído en el libro que describía el Eneagrama acerca de mí eneatipo: “...te adentras en las profundidades del alma y sales de ellas con los tesoros que puedes ofrecer a otros de manera más simple”.
Enseguida mi camino se tornó más espiritual, sin embargo surgieron tropiezos importantes hasta que topé con estos dos cuestionamientos:
¿Eres un ser espiritual teniendo una experiencia material?
o ¿eres un ser material con un experiencia espiritual?
Y
¿Cómo puedo estar en el mundo sin ser de este mundo?
Llegue a un punto donde me di cuenta de que nuestro estar en la vida es total y plenamente integral. No es posible separarnos en cachitos y tratar de resolver cada cosa por aparte.
Con tanto conocimiento en mis manos y con esta gran necesidad interna de compartirlo con otros no sabía cómo debía nombrar mi trabajo.
Un día platicaba con mi esposo y él me comentó que la palabra restaurante viene de “restauración”. Se le ocurrió a un Señor que decía que en su negocio de comida él restauraba a las personas para que pudieran continuar sus labores. Este comentario aunado al hecho de que siempre he admirado muchísimo a los restauradores de arte, me llevó a considerar el término como una posibilidad para mi trabajo.
Restauradora del SER
Ahora se ha convertido en mi vida entera. Amo acompañar a las personas a entrar en este proceso de restauración con una base muy sólida: el Curso de Milagros, las 5 Leyes Biológicas, la terapia energética-corporal y la Terapia de Arte.
Ya está a la venta mi libro Los rostros del cielo.
Lo puedes adquirir directamente en MARAMAT, Centro de Restauración del SER
Mándanos un mail a info@restaurandoalser.com
Puedes escuchar
mis meditaciones
y reflexiones en Spotify: